Estaba feliz de recibir el nuevo año frente al mar, me imaginaba ese momento con los ojos cerrados oyendo el vaivén de las olas ir y venir, trayendo consigo mejores augurios y buenas vibras para el nuevo año y llevándose lo malo del año viejo, mientras las risas de quienes estuvieran cerca de mí se uniera a la celebración. POBRE ILUSA DE MÍ, en un lapsus me olvidé del gusto colectivo y frenético de la pólvora en estas fiestas, por lo que me desconcertó que lo que imaginé como un sublime momento se convirtiera en una batalla campal de luces artificiales. Quizá, el posible objetivo era demostrar quién era más poderoso en relación a las luces que lanzaba, las más grandes, las más coloridas, las más ruidosas!!! Sin duda, el espectáculo inicial fue agradable al mirar al cielo y sentir que las luces caían sobre tí llenas de chispas multicolor, pero conforme iban tronando más y más, más nos debíamos acercar al mar porque el espacio libre de humo y chispazos se reducía.... Me senti ahogada y confundida en medio del fuego cruzado, el ensordecedor sonido y el humo que acechaba todo alrededor, la confusión mayor fue al pensar que conforme pasaran las horas y la luz del sol alumbrara, la playa se vislumbraría sucia y contaminada por humo y residuos de papel quemado....!! las olas no sólo se llevaron lo malo del 2008, también se tragaron los restos de esa batalla campal de fuegos artificiales. Debemos ser un poco más conscientes y respetuos@s y encontrar un balance para poder celebrar sin seguir contaminando para así conservar estos atardeceres!
1 comentario:
mana, con lo q contás también se me vino abajo esa romántica visión de recibir el año en la playa... kellogs.
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